Envidia: Eras de otro, querías que fueses mía.
Deseo: El deseo de tenerte en mis brazos.
Poder: Poder hacer todo, por tenerte.
Esperanza: Sí, serás mía y yo tuyo.
Temor: Que me dijeras, ¡NO!
Desesperación: te dije todo lo que sentía, esperar fue desesperante.
Gozo: Me dijiste ¡SI!
Estima: Saber, que eres la que quiero, y yo quien tú quieres.
Fue entonces como surgió esté sentimiento desconocido, un cierto tipo de frio abdominal, pensamiento ilimitado de tu nombre y tus actos diarios, retención de besos a pocos metros de distancia, tactar, y lucubrarte.
¿Me faltaba uno?
Amor: Tú y yo...